Porque el frío se pasa mejor con abrigo, infusiones… y buenos hábitos de autocuidado
Cuando bajan las temperaturas, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan un poco más de contención. El frío, el viento, la falta de sol y los cambios de rutina pueden afectar nuestras defensas, resecar la piel y bajar el ánimo. Por eso es importante incorporar pequeñas acciones que nos mantengan cálidas, equilibradas y llenas de energía.
🍵 1. Infusiones medicinales: calidez que fortalece
Las agüitas calientes son mucho más que una tradición: son una forma efectiva de cuidar tu salud. Hay plantas que tienen propiedades medicinales reales, capaces de estimular el sistema inmune, aliviar síntomas o ayudarte a prevenir enfermedades.
Algunas que te recomendamos:
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Jengibre + limón + miel: clásico para subir defensas, desinflamar y calentar el cuerpo desde adentro.
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Tomillo y equinácea: ayudan a prevenir resfríos gracias a sus propiedades antivirales y antibacterianas.
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Menta o eucalipto: ideales para despejar las vías respiratorias y relajar si hay congestión.
Tómate 2 a 3 infusiones al día. Ojalá recién preparadas, y en esos momentos en que tu cuerpo te pide una pausa.
🌿 2. Remedios caseros que sí funcionan
Muchas veces lo que necesitas está en tu cocina. La sabiduría de las abuelas sigue siendo valiosa, sobre todo cuando se trata de prevenir o aliviar malestares típicos del invierno.
Algunos favoritos:
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Ajo crudo (picado o en tostadas): potente antibiótico natural, ideal al primer síntoma.
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Vapores de eucalipto o lavanda: ayudan a descongestionar y relajar. Solo pon hojas o aceites esenciales en agua caliente, cúbrete la cabeza con una toalla y respira profundo.
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Cataplasmas tibias de jengibre rallado o cebolla sobre el pecho ayudan a calmar la tos y abrir los bronquios.
✨ Eso sí: escúchate siempre. Si algo no te sienta bien, detente. Y ante cualquier síntoma persistente, consulta con un profesional.
🧴 3. Cuida tu piel con Aceite de Argán
El frío y la calefacción pueden resecar mucho la piel. Por eso es importante reforzar la hidratación, especialmente después de la ducha. El Aceite de Argán es ideal para esta temporada porque:
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Nutre profundamente sin dejar sensación grasosa.
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Es rico en vitamina E y antioxidantes, lo que ayuda a mantener la piel flexible y luminosa.
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Protege zonas más expuestas como labios, manos, codos y cuello.
🌿 Aplícalo con la piel aún húmeda para sellar la hidratación y aprovechar mejor sus beneficios.
🍲 4. Come alimentos que calienten y nutran
En esta época el cuerpo necesita más energía, así que lo mejor es elegir preparaciones que reconforten y, al mismo tiempo, refuercen el sistema inmune. Las sopas, los guisos, las legumbres, los cereales integrales y las frutas cítricas son aliados perfectos.
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Prefiere vitamina C (cítricos, kiwi, pimentón) para prevenir resfríos.
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Incluye zinc (semillas, frutos secos, legumbres) para fortalecer tus defensas.
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Busca alimentos con vitamina D o consulta si necesitas suplementarla, ya que hay menos sol en invierno.
Una buena alimentación también es una forma de amor propio.
💧 5. No olvides hidratarte
Aunque no sientas tanta sed como en verano, tu cuerpo sigue necesitando agua para funcionar bien. La hidratación es clave para:
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Mantener tu piel saludable.
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Asegurar que tu sistema inmune funcione correctamente.
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Evitar el cansancio o los dolores de cabeza.
Puedes alternar agua pura con infusiones, caldos caseros o jugos naturales. Lo importante es que te mantengas hidratada durante el día.
🌙 6. Prioriza el descanso reparador
Dormir bien es fundamental para tener energía, buen ánimo y defensas fuertes. Durante el sueño, tu cuerpo produce células inmunes y regula procesos vitales. Si te cuesta conciliar el sueño, intenta crear una rutina nocturna tranquila:
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Baja la intensidad de las luces.
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Apaga pantallas al menos 30 minutos antes de acostarte.
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Usa aromas relajantes como lavanda o jazmín.
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Puedes hacer respiraciones profundas o escribir en un cuadernito para soltar el día.
Dormir bien es medicina pura.
🧘♀️ 7. Muévete con suavidad
El frío muchas veces nos vuelve más sedentarias, pero el movimiento sigue siendo clave para mantener una buena salud. No necesitas exigirte: basta con algo suave, amoroso y constante.
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Haz estiramientos al despertar.
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Prueba una clase de yoga o pilates.
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Baila en casa o sal a caminar abrigadita.
El cuerpo se calienta, la circulación mejora y el ánimo también.
🌬️ 8. Cuida el ambiente donde estás
En invierno usamos calefacción, pero eso seca el aire, lo que puede afectar las vías respiratorias y la piel. Una solución sencilla es humidificar los espacios.
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Usa un humidificador eléctrico.
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Coloca un recipiente con agua sobre la estufa.
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También puedes rociar la habitación con agua y aceites esenciales.
Mantener el aire más húmedo ayuda a respirar mejor y a sentir el ambiente más acogedor.
🕯️ 9. Regálate momentos de autocuidado
No solo importa lo que comes o cómo te abrigas. También necesitas espacio para ti. En invierno, todo se vuelve más introspectivo, y eso es perfecto para reconectar contigo.
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Haz una pausa con un té calentito y sin pantallas.
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Date un baño tibio con aceites esenciales.
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Escribe lo que sientes o lo que sueñas.
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Respira profundo, con conciencia, aunque sea por 3 minutos.
Esos gestos simples también te cuidan y te fortalecen desde adentro.
🧣 10. Abrígate con capas (¡y estilo!)
Vestirse por capas es la mejor forma de regular tu temperatura durante el día. Además, te permite adaptarte fácilmente si entras a un lugar calefaccionado o si cambia el clima.
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Usa materiales nobles como algodón, lana o polar.
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No descuides las zonas clave: manos, pies, cuello y orejas.
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Y si puedes hacerlo con una bufanda bonita o un gorrito con onda, ¡mejor todavía! ✨
🌷 En resumen…
Cuidarte en invierno no tiene que ser complicado ni costoso. Se trata de poner atención a lo que tu cuerpo necesita, volver a lo natural, a lo simple y a lo que te hace bien. Con estas ideas, esperamos que te sientas más fuerte, más acompañada y más conectada contigo misma.